miércoles, 18 de noviembre de 2009

La hora se acerca... Watchmen

El siguiente artículo lo escribí para la revista virtual El Historietista

Cuando escuchamos la palabra superhéroe automáticamente pensamos en Superman y Batman. Pensamos en un hombre fuerte, con una larga capa, que recorre las más grandes ciudades enfrentando peligrosos criminales y seres con poderes sobrehumanos. Pensamos en una figura tranquilizadora, un símbolo del bienestar nacional.

En los Estados Unidos la historieta siempre fue, por un lado, parte de la máquina capitalista del imperio “americano”, y por otro lado, todo lo contrario. Esto es tan sencillo de explicar que suena hasta infantil: hay un bueno y un malo. Si tenemos algo en común políticamente Estados Unidos y Argentina es que ambos países tuvimos regularmente una política pendular, basada en dos partidos con ideales completamente encontrados.

Las dos grandes potencias de la historieta norteamericana son DC comics y Marvel Comics. DC mostró siempre tener una ideología de derecha muy fuerte, siempre resaltando ese tipo de personajes fuertes y nacionalistas como Superman; y Marvel se muestra un poco más cercano a una ideología de izquierda, tomando más en cuenta la psique de los personajes y llevando a cabo historietas mucho más comprometidas con el futuro de la humanidad.

Todo esto cambió en 1986. Todo lo que podíamos llegar a decir sobre DC tendríamos que replanteárnoslo luego de la aparición de dos comics: Batman, el Caballero de la Noche, la primera historieta oscura de Batman, con un héroe maduro y conflictos mucho más truculentos; y Watchmen, una serie de 12 números sobre la otra cara de los superhéroes.

DC comenzó a ver que el Héroe no era el único que vendía. El antihéroe vende mucho más… podríamos decir que Batman, el caballero de la noche, de Frank Millar, y Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, son las historietas precursoras de lo que ocurriría en 1993: la creación del sello alterno Vértigo. En esta editorial separada pero aún arraigada a la editorial madre, se han publicado geniales y oscuras historietas netamente adultas protagonizadas por antihéroes: The Sandman, The Preacher, Transmetropolitan, etc.

Pero hoy vamos a dejar de lado al encapuchado de ciudad Gótica, y también a los oscuros personajes de Vértigo, pues esta nota está dedicada a los Vigilantes.


¿Quién Vigila a los Vigilantes?

Watchmen es una novela gráfica que se publicó en los años 1986 y 1987 a lo largo de 12 números en formato comicbook (clásico formato norteamericano de historieta). Es, a mi humilde opinión: junto con El Eternauta, de los argentinos Oesterheld y Solano López; El Incal, del francés Moebius y el chileno Jodorowsky; y Akira, del japonés Katsuhiro Otomo, uno de los cuatro pilares de la historieta mundial.

La grandeza de Watchmen reside no solo en su genialidad guional y en los dibujos de Dave Gibbons, sino también en su cinismo y la horrenda sensación que nos deja el final. Un sentimiento a la vez de aprobación y desaprobación sobre la afirmación que viene rondando la cabeza de cientos de miles de personas a lo largo de la historia de la humanidad: El fin justifica los medios. No es la única vez que Moore utiliza esta noción como base para sus historietas, otro caso de esto es la significativa V de Vendetta.


La novela gráfica recibió muchos galardones dentro del mundo de la historieta y fuera de él. Recibió el ansiado Premio Hugo en 1988 (galardón anual del género de ciencia ficción), y la revista Time la llamó una de las 100 mejores novelas en inglés desde 1923 a la actualidad. También en Time, el columnista Jay Cocks habló de la novela como “un hito con mayúsculas de la imaginación, que combina ciencia-ficción, sátira política, guiños al pasado de los cómics y atrevidas reformulaciones de los formatos gráficos actuales en una historia de misterio y distopía”.

También recibió el Premio Kirby a Mejor Serie Limitada, a Mejor Serie Nueva, a Mejor Escritor, a Mejor Escritor/Artista, y dentro de varias categorías más. También recibió varios Premios Harvey. Y algunos de los preciados Premios Eisner. Watchmen es la historieta más galardonada de la historia.

Stan Lee, co-fundador de Marvel Comics, y creador de gran parte de sus personajes, o por lo menos de los más famosos y exitosos, dijo que Watchmen es su historieta favorita de todos los tiempos NO publicada por Marvel. Vale decir que la aparición de Watchmen logró que DC superara en ventas a Marvel durante los dos años de duración de la historieta.



Argumento

Watchmen habla del bien y el mal, habla de la sociedad enferma, habla de la ciudad, habla de la guerra y de la paz, habla de los medios y los fines, habla de los superhéroes, habla de la autoridad y el autoritarismo… Habla de tantas cosas que tendría que escribir doce artículos para que se haga justicia a la historieta. Por eso, a continuación voy a hacer un breve resumen del argumento, o al menos voy a tratar de mantenerlo breve.

La ciencia ficción ha utilizado marcos diversos a lo largo de toda su existencia, pero muchísimos autores toman la utopía y la distopía como base para hablar de sociedades futuras y presentes donde el mundo se está cayendo a pedazos sobre nuestras cabezas. Ese es el nacimiento del género Cyberpunk, que estaba tan de moda en los años en que apareció Watchmen. Pero Alan Moore, el genial guionista de esta obra (que dicho sea de paso, es un autor Cyberpunk, como se demuestra, por ejemplo, en una de sus obras maestras, V de Vendetta), busca generar la misma sensación oscura y apocalíptica del género pero sin movernos temporalmente. Por lo tanto utiliza un recurso poco utilizado en el mundo de la historieta: la Ucronía, es decir, una realidad alterna ubicada en la actualidad. Entonces, la historia comienza en 1985, en un punto de inflexión en el tiempo, un punto donde el ser humano está condenándose a sí mismo a la destrucción, cuando el reloj está a punto de dar la hora del cataclismo nuclear.

Suena muy metafórico, pero es un tanto más literal: los canales de televisión, diarios y todos los medios gráficos tienen en constante protagonismo al reloj que marca la hora en que se desatará la guerra. Estamos hablando de la guerra entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.



La historia comienza con la muerte de un héroe. El asesinato a sangre fría del Comediante. El Comediante, es el nombre que usa Edward Blake junto con su antifaz y su característico broche de la carita feliz, cuando combate el crimen junto con sus compañeros superhéroes. Blake, en un momento de su juventud tiene una revelación: el mundo está condenado y todos somos parte de esta broma, todos nos vamos a morir y no va a quedar nada de nuestro mundo civilizado, y lo único que nos queda es reírnos.

El guión nos va llevando, a lo largo de los 12 tomos, a conocer la historia completa sobre dos grupos de héroes encapuchados que tuvieron lugar, uno en los años 40’s y el otro en los años 60’s. Estas dos generaciones de héroes funcionan como herramientas de represión fascista del Estado. Y fueron utilizados para dar forma a una nueva generación de estadounidenses.


Los Minutemen

En 1939 aparece Batman por primera vez en la revista Detective Comics. Superman había aparecido el año anterior dentro de Action Comics. Era la época en que se estaba terminando la depresión, la gente necesitaba figuras fuertes en quienes confiar, aunque fueran de fantasía. 1939 es el año en que (dentro de la ucronía de Watchmen) aparecen por primera vez los héroes Enmascarados. Se formó entonces el grupo de justicieros Minutemen.

Watchmen tiene una particularidad frente a otras novelas gráficas publicadas en tomos. Cada uno de los tomos viene con un anexo, entre estos anexos encontramos artículos periodísticos de diarios de ultra derecha (los medios dentro del mundo de Watchmen tienen una importancia primordial); informes psicológicos de ciertos personajes; y entre muchas cosas, resalta en los primeros números fragmentos del libro autobiográfico Bajo La Máscara, de Hollis Mason. Mason cuenta en estos párrafos que nos regala Moore muchos secretos sobre su vida como enmascarado. Él había sido El Búho Nocturno en los años 40’s, y había comenzado su carrera en los Minutemen luego de leer durante largos años historietas como las que nombrábamos antes. Él nos relata los comienzos de los Minutemen.

Mason había sido policía, pero se unió a los Minutemen después de leer sobre Justicia Enmascarada, el primero de los héroes enmascarados. También estaban en el grupo Nelson Gardner, alias Capitán Metrópolis; Byron Lewis, La Polilla, que terminó sus días en un instituto para enfermos mentales; Silueta, una mujer de origen judío que había huido del nazismo para llegar a los Estados Unidos. También estaban Sally Jupiter, cuya identidad pública era Espectro de Seda. Y por último, el más joven e intrépido del grupo: El Comediante.


Mason nos cuenta de muchos duros momentos que vivió con los Minutemen, de los cuales Sally Jupiter era protagonista. Por ejemplo, de su altercado con Silueta, quien había dejado en evidencia el origen judío polaco de Jupiter, cuyo apellido era en realidad Juspeczyk. Y también uno de los episodios más violentos de la vida de los Minutemen: El Comediante había intentado violar a la hermosa Jupiter.

El Búho se retira y se dedica a arreglar autos, él es uno de los pocos enmascarados de la primera generación que dio a conocer su identidad al mundo.


Los Vigilantes

En 1966 El Capitán Metrópolis reunió a un grupo de hombres y mujeres para formar Los Justicieros (Crimebusters), pero El Comediante quemó los planos y mapas de Gardner en un cínico acto de anarquía. Pero años después se formaron Los Vigilantes (Watchmen).

Uno de los Vigilantes era El Comediante, de quien ya hemos hablado, que todavía no ostentaba la cicatriz que fue marca de su vida y de sus excesos. La cicatriz se la había hecho una vietnamita con quien él se acostaba durante la guerra en el 68. Tras ganar la guerra, Estados Unidos manda a buscar a los Vigilantes que habían formado parte de la invasión al país oriental. El Comediante le dice a su “novia” que no la iba a volver a ver y que había sido solo una diversión del momento, la mujer embarazada enloquece y le destroza la cara con una botella rota, tras esto, el desfigurado comediante la mata de un tiro.


Se estarán preguntando si no habrán leído mal, ya que los Estados Unidos no ganaron la guerra de Vietnam. Bueno, este punto nos arranca de la realidad y nos mete de lleno en la ucronía de Alan Moore. Los Estados Unidos ganan la guerra de Vietnam gracias a la aparición, años atrás, del primer Super-Héroe: Dr. Manhattan.

El Dr. Manhattan era un hombre común, llamado Jonathan Osterman, que sufrió un accidente con un reactor nuclear. Fue desintegrado tras quedar atrapado en el aparato. Semanas después, su conciencia logró formar nuevamente un cuerpo, un hombre de estatura mayor a la normal y de piel azul. Su conciencia había llegado a límites humanamente inalcanzables, conociéndolo todo. Un estado de conciencia muy similar a Buddha.

Jon ayudó a la humanidad a llegar a niveles de tecnología muy avanzados, esto luego será muy importante cuando lleguemos a hablar del final de la obra.

También forma parte de los Vigilantes Laurel Juspeczik, hija de la anterior Espectro de Seda. La niña se había criado entre héroes enmascarados y sintió siempre la presión de su madre por ocupar su lugar. Finalmente, a una temprana edad, se unió al grupo utilizando el mismo mote que su madre. Vivió durante muchos años un romance con el extraño y Jon, hasta que no soportó más su manera de observar el mundo, como si no fuera parte de él.

Daniel Dreiberg, un fanático de la ornitología (estudio de las aves) y de la aviación, entra al grupo con el nombre de Búho Nocturno, tras pedirle permiso a Hollis Mason, de quien es un gran amigo y admirador.


Ozimandias, el hombre más inteligente del mundo, como lo llamaban los medios también era parte del grupo. Su nombre era Adrian Veidt. En 1975 el gobierno de los Estados Unidos prohibió su actividad a los enmascarados, Veidt aprovechó para sacarse la máscara públicamente y convertirse en una figura muy respetada en varias industrias, formando un imperio de corporaciones. (fe de erratas: en 1975 se dio a conocer la propuesta del senador Keene para prohibir a los enmascarados, pero recién se aprobó la ley dos años después)


Y finalmente, el más desagradable, oscuro y extraño de todos los Watchmen: Roscharch. Detrás de la máscara que recuerda el test de Roscharch, en constante movimiento, se encuentran los vestigios de un hombre. Roscharch dejó de ser Walter Kovacs el día que masacró a un violador que había raptado a una niña y había alimentado a sus perros con su cuerpo muerto. Ese día Roscharch tomó posesión sobre Kovacs, dándose cuenta de que el mundo estaba condenado, pero no había que reírse (como decía el Comediante), había que castigarlo. Se convirtió en una sombra, un monstruo fascista que merodeaba los rincones más oscuros de la ciudad asesinando criminales y utilizando la fuerza para coaccionar a otros y siempre encontrando la verdad, mediante horrendos medios.



El Comediante ha Muerto

Tras la muerte del Comediante, Roscharch comenzó a investigar los extraños sucesos que estaban tomando lugar en Nueva York. Quien asesinara a un hombre como Blake debía ser demasiado fuerte y capaz. Roscharch estaba convencido de que alguien estaba buscando y asesinando a los héroes del pasado, y comenzó a alertar a sus viejos compañeros.

Veidt también fue víctima de un atentado, pero el asesino murió, tragándose una píldora de cianuro antes de ser interrogado por Ozimandias. El tercer atentado no fue armado, fue político y público: Jon fue atacado por los medios, fue llevado a una conferencia en televisión para hablar sobre la actual situación y la posibilidad del comienzo del holocausto nuclear. Todo había sido una pantalla para llevarlo ante los medios, donde el New Frontiersman (un diario de ultra derecha) lo atacó con algo mucho peor que una bomba: se le dijo que su sola presencia había causado cáncer en varias personas que habían tenido contacto con él a lo largo de su vida. Jon, alterado por semejantes noticias, desapareció del mundo y se marchó a Marte a reflexionar. Los Estados Unidos, sin la presencia del Dr. Maniatan, sabían que pronto se desataría la guerra, y el reloj se acercaba a la hora 0.

Roscharch fue apresado tras caer en una trampa, y debió enfrentarse a los criminales que él mismo había apresado años atrás. De pronto una nave con forma de Búho llegó a la cárcel donde los presos se habían amotinado con el fin de asesinar a Kovacs. De la nave salieron Búho Nocturno y Espectro de Seda (estaban teniendo un romance tras la desaparición de Jon), que sabían que algo raro pasaba y que Roscharch, a pesar de ser un criminal, debía ser salvado, pues era el que sabía más de lo que ocurría.

Jon, tras reflexionar mucho volvió a la tierra para llevarse consigo a Laurie (Espectro de Seda) a Marte, donde la ayudó a entender su vida, ella por fin comprendió la verdad: su padre era El Comediante. Tras discutir mucho sobre la vida y el tiempo, Jon, que despreciaba al ser humano, pues creía que era la semilla de la destrucción, tuvo una revelación y decidió volver a la Tierra para salvar a la humanidad. Entendió el milagro de la vida, entendió que cada nacimiento humano era un milagro en sí mismo, y que la vida en sí era la energía máxima del universo.

Mientras tanto, en la Tierra, Daniel (Búho Nocturno) y Roscharch investigaron en el submundo callejero, y tras varias idas y vueltas, comprendieron la verdad sobre el complot: Adrian Veidt, Ozimandias, era el responsable de todo lo que estaba ocurriendo. Todos los Vigilantes terminaron en la Antártida, donde Veidt se había creado una fortaleza con forma de pirámide (imitando a uno de sus dos ídolos: Ramses II). El otro ídolo de Veidt era Alejandro Magno, pero su fin no era el de conquistar al mundo entero, sino el de conciliar al mundo entero en la tan buscada Paz.


Los Vigilantes no podían hacer nada contra Veidt, porque su plan había dado frutos ya, mientras ellos todavía viajaban a la Antártida. Había utilizado a varios artistas para crear el ser más extraño y horrible que podía existir en la imaginación humana, y había utilizado las tecnologías que Jon había regalado a la humanidad para darle vida al ser, que fue teleportado a Nueva York. La teletransportación nunca había funcionado, ya que la reintegración de un átomo desintegrado hacía que este explotara. Por lo tanto Nueva York, junto con muchas de las más importantes ciudades del mundo, habían volado, solo habían quedado las ruinas, y los vestigios de estos seres monstruosos y gigantescos.

El plan de Veidt dio resultado: el Hombre creyó ser blanco de una invasión extraterrestre, y las naciones del mundo unieron sus fuerzas y se estableció la paz, y terminó la Guerra Fría. El Fin, para Ozimandias, Justifica los Medios.



Relatos del Navío Negro

Además de los Anexos, Watchmen tiene varios recursos para contarnos la historia desde diferentes puntos de vista. Existen personajes secundarios que viven la historia desde afuera, pero que son testigos de muchas cosas. Entre ellos se destacan un vendedor de diarios, que habla durante todo el día con gente en la calle, y un joven que se sienta junto al puesto de diarios a leer historietas. Ambos mueren en la explosión.


El niño lee los Relatos del Navío Negro, una historieta que trata sobre un hombre que lucha contra la locura. Constantemente se mezclan los diálogos de las personas que compran diarios con los pensamientos del protagonista de la historieta (se trata de Metaficción, ficción dentro de la ficción).

Esta historieta cuenta la historia de un navegante cuyo barco es atacado por una nave negra y queda náufrago durante mucho tiempo. Construye una balsa con las maderas que logró recobrar, y utilizando de base los cuerpos putrefactos de sus compañeros, que, llenos de gases mortuorios, hacen que la balsa flote de manera ejemplar. Las caras muertas lo atormentan durante todo su viaje, pero algo lo hace seguir adelante: el terror de que los tripulantes del monstruoso navío fantasma llegasen a su pueblo. Termina autoconvenciéndose de que el barco finalmente había llegado a su pueblo y destruido todo a su paso, incluyendo a su familia.

La balsa es atacada por gaviotas hambrientas y por tiburones. Con lo que queda del mástil atraviesa el cráneo de un tiburón, que termina formando parte de la balsa. Finalmente llega a su pueblo, famélico e intoxicado por la ingesta de carne podrida de tiburón y gaviota; enloquecido por los fantasmas de sus compañeros, por las tormentas de mar abierto y por beber solamente agua salada.

EL hombre, creyendo estar liberando a su pueblo de los tripulantes del Navío Negro, termina asesinando a su familia y a varias personas del pueblo. Cuando se da cuenta de su locura, se arrastra nuevamente al mar, donde lo ve: el Navío Negro, que lo esperaba, para ser parte de su tripulación.



La Película

Warner Brothers y la Paramount Picture realizaron, con la dirección de Zack Snyder (director de 300, el film basado en la historieta de Frank Miller), la versión cinematográfica de Watchmen.

Muchos fanáticos tienen miedo de verla, porque piensan que la película destruirá lo que llevan en el corazón como la más grande historieta norteamericana.

Desde mi humilde opinión, les digo a todos los que no la vieron que la vean. Obviamente, la historieta es mucho mejor, pero la película le hace justicia. El Final es diferente, pero cumple el mismo efecto que en el comic.

En el final de la película no hay seres monstruosos, se le echa la culpa de las explosiones al Dr. Manhattan. Jon, cuando se entera, se marcha finalmente de la galaxia, dándole la razón a Veidt, ya que el fin justifica los medios.

En la versión en DVD de la película, se incluye un disco con extras, entre ellos está un mediometraje de animación basado en Los Relatos del Navío Negro, con la voz de Gerard Butler (actor que dio vida a Leónidas en 300) como relator y protagonista.

También está en los extras del DVD un documental llamado Bajo La Máscara (basado en los escritos de Hollis Mason), que cuenta la historia completa de los Minutemen.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Buenas!

No es por nada, pero aunque nunca diría nunca, no creo que la vea a esa peli, ni aunque la den por cable. ¡Encima le cambiaron el final! Onda, no digo que sea un sacrilegio o una insolencia. Sólo que los yanquis quieren sacar jugo hasta de las piedras. Podrían hacer una live action movie de Krazy Kat con George Clooney como el Ratón Ignatz, con Benicio Del Toro como Offissa Pupp, dirigida por Spielberg... ¡y hasta sin Krazy Kat!

En mi caso, mejor me dedico a ahorrar pesito por pesito para comprar la historieta original y listo.

Yo sostengo que lo que tiene alma prevalece, y que lo que sólo aspira al rápido rédito económico, cae en el olvido.

¡Saludos!

Lord Reinberg dijo...

yo te digo que, la verdad, me encantó la película

Anónimo dijo...

¡Buenas!

Todo bien.

Pero la reseña en el blog "Cómics del mundo" atañe al cómic. Creo que la película no le agrega nada, aunque el director y los actores y la misma peli sea ésta u otra.

Supongo que es una parte en la reseña que me debí haber saltado.

Por otro lado, El Dr Manhattan no acuerda con Veidt en que "El fin justifica los medios". Porque no hay "fin", todo continua...

Para corroborarlo, el secretario del editor del New Frontiersman, dará con el diario de Rorscharch, quién revela el plan de Veidt...

ariel tenorio dijo...

a mi la peli me encanto y no conocia la historiaeta, exelente la reseña muy completa como siempre un placer pasar por aca!...te invito a pasar por el tenors, hay unas ilustraciones nuevas saludos